Las ánimas benditas

En tiempos no tan lejanos  el recuerdo de los que morían permanecía muy visible entre los que aquí en nuestro pueblo quedaban, estaba presente en la vida cotidiana con recordatorios como el luto, las parpadeantes lámparillas de aceite encendidas, el silencio de la radio cubierta con un paño,  los lazos oscuros en los marcos de los retratos y el toque de ánimas en las campanas al anochecer invitando a rezar por las ánimas del Purgatorio, cinco campanadas graves, una pausa y tres clamores que se repetían unos minutos en el lenguaje de las campanas que todos entendían.

  Mujer-durmiendoSegún la tradición católica, el alma humana que no asciende al cielo al morir por no  haber penado sus culpas, pasa al Purgatorio,  una especie de lugar intermedio,  en donde permanece purificándose hasta merecer la Gloria.

Contaban nuestras abuelas que si decías una oración a las ánimas del purgatorio antes de dormirte y les pedías que te despertasen a una hora determinada, te levantabas a la hora solicitada como si un despertador invisible hubiese sonado, pero cuidado con no olvidar la oración porque si te dormías sin rezar, las ánimas acudían a tirarte de los pies.

Actualmente existe todavía en nuestra ciudad «La Antigua y Fervorosa Hermandad y Cofradía del Santísimo Sacramento, Divina Pastora de las Almas Benditas del Purgatorio» y el culto a las ánimas benditas sigue siendo popular.