Cementerios

Según el diccionario geográfico-estadístico-histórico de Pascual Madoz (1845-1850), Dos Hermanas contaba antiguamente con un único cementerio que se encontraba junto a la Iglesia de Santa Mª Magdalena.

Era habitual en las poblaciones antiguas  que el primer camposanto se situase junto a la parroquia. Los enterramientos de alta alcurnia, se solían efectuar incluso dentro de la misma Iglesia.  El auge del cristianismo en la Edad Media acercó los muertos a las Iglesias, conventos y monasterios  en una idea ingenua de protección, como si la cercanía a los lugares religiosos garantizase la salvación de las almas. La hipotética igualdad de los hombres ante la muerte no era tal ante determinados factores económicos, religiosos y de otra índole, de manera que a ciertos difuntos se les concedía el privilegio de ser enterrados en el interior de los edificios destinados al culto.

Pero las limitaciones físicas eran cada vez más condicionantes, a la falta de espacio habrá que añadir argumentos de higiene, por ello  a mediados del siglo XVIII comienzan a construirse cementerios extramuros. En el diseño de los nuevos  cementerios se mezcla la arquitectura y la jardinería,  se eligen árboles estilizados para que recuerden las columnas de los templos y se eleven al cielo, se construyen mausoleos y panteones para diferenciar las clases sociales, en definitiva, se intenta conservar la esencia  de estos espacios para la muerte.

Los habitantes de las zonas rurales mostraron mayor resistencia a abandonar los antiguos camposantos parroquiales.

En Dos Hermanas, el  viejo cementerio de Santa María Magdalena quedó clausurado  a finales del siglo XIX. El nuevo cementerio fue construido en terrenos cedidos por el Arzobispado de Sevilla junto a la capilla de San Sebastián,  de la que toma su nombre.

Fue inaugurado en junio de 1875 por el entonces alcalde don José Carballido Cotán, del partido conservador,  primer alcalde de la Restauración. Este cementerio duró desde 1875 hasta 1909. En él fueron enterrados José Lamarque de Novoa y Antonia Díaz.

cementerio españolPero el crecimiento urbano obligó, una vez más, al traslado del cementerio más allá de la zona habitada por  los vivos.

En 1909, año en el que aconteció una  terrible epidemia de cólera,  fue  inaugurado el nuevo cementerio de San Pedro.  Muchos restos fueron trasladados al nuevo cementerio, pero otros tantos permanecieron en San Sebastián por siempre.

 Actualmente existe un colegio  público en donde estuvo el cementerio de San Sebastián que aún hoy es conocido por los más viejos del lugar como el colegio del cementerio viejo.

Apenas se ha escrito sobre la historia de estos camposantos de nuestra ciudad.

1913

Cristo VeracruzLos que la pasada noche del viernes estuvimos en la capilla de San Sebastián, tuvimos la oportunidad de pasear por la Dos Hermanas del año trece conducidos por Pedro Sánchez Núñez y Jesús Barbero, dos prestigiosos investigadores locales.

Pedro nos habló de un pueblo de calles sin pavimentar que apenas alcanzaba los 10.000 habitantes, con dos colegios de niñas y dos de niños en cuyas puertas  los regidores municipales se empeñaban en que no se blasfemara, disponía el ayuntamiento de un carro para la recogida de basura tirado por un mulo y cuatro serenos paseaban las calles por la noche.  Existía alumbrado eléctrico público, aunque a la  empresa Sevillana  le resultaba complicado cobrar facturas de un ayuntamiento empobrecido  que aprobó rebajar los sueldos a los funcionarios, entre otras medidas de ahorro,  para paliar la crisis reinante.

El alcalde era el médico Federico Caro, del partido Liberal, quien fallecería a finales de ese mismo año, su yerno Juan Antonio Carazo también se encontraba como concejal  de los liberales y en el bando conservador adquiere este año especial protagonismo la figura del concejal o regidor, como se conocía entonces, Aguilar por sus continuas intervenciones y protestas en las reuniones del ayuntamiento.

En 1913 no salió la Romería de Valme, pero sí se celebró el carnaval, aunque bajo la prohibición de que no saliesen personas enmascaradas por la noche

En estos primeros años del siglo, la clase media prosperaba al amparo de la industria aceitunera, en el ayuntamiento se turnaban liberales y conservadores, y cada vez que entraba un bando cambiaban a los funcionarios,  pero los movimientos obreros liderados por la CNT eran cada vez más fuertes, de hecho en este año se produce una huelga salvaje de toneleros,  de manera que el ayuntamiento se ve obligado a reclamar refuerzos a la guardia civil, quedando reflejado en las actas que en los meses de octubre y noviembre hay un desembolso importante para sufragar gastos de alojamiento y manutención de más de 150 efectivos.

Sin embargo, es en este año de crisis cuando terminan las obras de reforma de la capilla de San Sebastián de cuyos antecedentes e historia nos hablaría  Jesús Barbero apoyando su exposición con  imágenes.

Especialmente interesante resultó  un plano de la época, que mostraba  la ubicación de la antigua ermita  rodeada de huertas, la del Lanero, la de la Jerezana, la Huerta de Santa Ana y de un incipiente barrio de San Sebastián que comenzaba a construirse.

Expuso  el historiador que para la rehabilitación de la capilla coincidieron los intereses de un grupo de personas que por distintos motivos-unos más altruistas y otros, menos- aunaron esfuerzos para sacar las obras adelante: Dª Juana González, viuda de Alpériz, D. Federico Caro, D. Manuel Andrés-Traver, D.Antonio Romero Montes, el maestro de obras Hidalgo Carret , cuyo nombre aún conserva la plaza cercana, todos fueron evocados en la capilla de San Sebastián siendo testigo el Cristo de la Veracruz y todos los que allí estuvimos.

 El acto terminó al filo de las once, al salir,   la silueta de la capilla recortada en la fría noche de noviembre,  parecía diferente a los ojos, poseía el valor añadido de la historia y del conocimiento de los hechos allí acontecidos.

Los pasos resonaban en una calle de San Sebastián desierta que no parecía la misma sin el bullicio de los comercios, escaparates de cristal y suelo húmedo y resbaladizo con una pátina de relente,  en mi mente resonaron ecos de las palabras hacía poco pronunciadas: _Las ermitas al culto de San Sebastián solían edificarse a las afueras de los pueblos para que el santo protegiese a sus gentes de fieras y alimañas

ermita en el campo

DENTRO DEL PROGRAMA DE ACTIVIDADES DE CELEBRACIÓN DEL CENTENARIO, EL PRÓXIMO VIERNES, 29 DE NOVIEMBRE,  CONFERENCIAS DE LOS HISTORIADORES GERMÁN CALDERÓN  Y JAVIER  MENA.

La Lagunilla

la LagunillaEn una amarillenta Revista de Feria del año  1951  fue publicado este anuncio del almacén de La Lagunilla, sobre el mismo alguien anotó a mano: «la Lagunilla»: el edificio del fondo, proyectado por el arquitecto José Mª Bringas (1927) fué demolido en una noche en 1984.

Efectivamente así fué, la abandonada casa de La lagunilla con sus tejas de cerámica vidriada, que parecían arder a la puesta del sol, podía contemplarse desde las ventanas de la antigua Huerta Abaurre que en 1984 albergaba la biblioteca.

De un día para otro desapareció, como sucede en los cuentos de miedo, sólo un montón de escombros y un enorme camión, transportando no se sabe adonde unas altas palmeras, ocupaban su vacío.

Jardín prohibido

No debemos olvidar que vamos a trabajar con seres vivos y que como tales nacen, crecen y mueren”

(“Itinerario botánico por el parque de la Alquería del Pilar” de Carmina Alpresa)

flores del árbol del amor

  Durante muchos, muchos años existió en Dos Hermanas un jardín prohibido en el que sólo los menos temerosos y más curiosos se aventuraban a entrar.

Hablamos del actual parque de la Alquería, que no fue público hasta inicios de los ochenta, cuando el primer Ayuntamiento de la nueva democracia, liderado por D. Manuel Benítez Rufo consiguió convertir este hermoso y abandonado vergel en el primer parque público de Dos Hermanas.

Las propiedades que componen el actual parque pertenecían a tres grandes familias: Los Ybarra, los Afán de Ribera y la propiedad del matrimonio Lamarque de Novoa. Sus tres casas de recreo aún se conservan correspondiéndose actualmente a  Casa de la Cultura (Ybarra), Asuntos Sociales (Afán de Ribera) y Delegación de Educación (Lamarque de Novoa).

casa de la AlqueríaLa vivienda que más llama la atención es el  palacete del matrimonio Lamarque, con sus almenas, ventanas ojivales y torres como las de un pequeño castillo.

En sus inmediaciones aún se conservan elementos arquitectónicos originales: grutas, fuentes, azulejos, escalinatas, elementos constructivos de tipo clásico, chinesco y andalusí, una ría de forma irregular con cascada, isla y faro; parte de un laberinto de tuya de estilo clásico, paseos bordeados de cipreses y columnas, e instalaciones que simulan ruinas antiguas.

El matrimonio de los poetas Antonia Díaz y José Lamarque de Novoa amaba este lugar al que consideraban su retiro y en el que recibían a otros literatos de la época que los visitaban desde la capital viniendo en el tren que hacía parada en un apeadero colindante a la finca y a los que obsequiaban con su exquisita hospitalidad y con sus deliciosas naranjas con las que los invitados regresaban cargados.

Cuando en los años ochenta el ayuntamiento consiguió el acuerdo con los propietarios de las tres fincas  pudo inaugurarse el parque y  el pueblo entero se alegró.

A las tres fincas se añadió una antigua cantera colindante dedicada a la extracción de albero en donde se construyó un magnífico auditorio al aire libre con capacidad para más de 3000 personas, todo un acierto.

El nuevo parque se denominó Parque de La Alquería, en honor a la finca del matrimonio de poetas y ocupaba una superficie de unas 12 hectáreas.

En este parque conviven unas cien especies botánicas, algunas son exóticas como el arbusto de las mariposas procedente de Madagascar o la palmera de Chile, otras, como el árbol del amor que se viste de rosa en primavera o los cipreses son especies más conocidas.

acuarela parque

Los jardines que constituyen la parte histórica y central del parque fueron creados entre 1848 y 1872, combinando diferentes estilos. Aun se pueden ver en los jardines especies botánicas constituyendo elementos paisajísticos muy antiguos como el romántico camino bordeado de cipreses o una parte del antiguo laberinto vegetal formado por tuyas frente a la puerta principal de “La Alquería del Pilar” mansión de los Lamarque, la misma Antonia Díaz, amante de las plantas, aportó ideas en el diseño.

Parece ser que en el diseño de la zona ajardinada de los Ybarra (sede de la Casa de la Cultura) intervino el paisajista francés Forestier, que  hiciera el proyecto del parque de María Luisa de Sevilla para la Exposición Iberoamericana de 1929.

Para saber más:

Alpresa Gutierrez, Carmina: Itinerario botánico por el parque de la Alquería del Pilar. Dos Hermanas: Ayuntamiento, 1991 

http://floralqueria.blogspot.com.es/

Pocasangre

 

Quintos b y n

En la hermosa y más antigua hacienda de Dos Hermanas: Quintos,  hubo tres heredades: la de la Santa Iglesia Catedral (llamada la hacienda chica de Quintos), la del Duque de Alcalá , denominada hacienda grande de Quintos y por último la del convento de San Clemente, conocida también por “la hacienda de las Monjas”.

Nuestro personaje, Alemán Pocasangre fue uno de los propietarios de la Hacienda grande allá por el 1480,  antes de que pasase a ser propiedad del Duque de Alcalá, “los heredamientos de Quintos procedían de bienes de conversos condenados por la Inquisición y cuyos bienes fueron incautados. Son las heredades de Alemán Pocasangre, Luís Abenjumi, Pedro Fernández Cansino y la recaudadora Ysabel González…La heredad de Aleman Pocasangre estaba compuesta por 210 aranzadas de olivar y tenía casas, molino de aceite, una huerta y otras cosas” (las haciendas de olivar de Dos Hermanas/ Mª Cruz Aguilar y otros)

Alemán Pocasangre posee cuanto menos un nombre literario,  era un judío converso  o Cristiano nuevo y su apodo Pocasangre referido a la poca sangre cristiana que corría por sus venas.

Casado con Juana Díaz, compartía el mayordomazgo de la ciudad de Sevilla con Tomás de Jaén en el año 1478.

Pero se avecinaban tiempos oscuros, el 25 de diciembre de 1480, llegan a Sevilla los primeros inquisidores nombrados por los reyes católicos, estableciendo su cuartel general y prisión en el castillo de San Jorge de Triana.

Basándose en denuncias anónimas, procedimiento que favorece las arbitrariedades, los inquisidores inician sus pesquisas entre  la burguesía sevillana, compuesta básicamente por conversos.

 Al ver sus intereses amenazados, se organiza una reunión  secreta de cristianos nuevos en la que se debate sobre la cuestión de la Inquisición, Pocasangre  estuvo en esta reunión a la que asistieron otros ilustres personajes sevillanos de la época como: Diego de Susán, Manuel Sauli y Bartolomé de Torralba, así como  Pedro Fernández Benadeba.

Pero las paredes tienen oídos y las calles ojos y la conjura es denunciada a la Inquisición, supuestamente por   la hija de Diego de Susán, Susana, conocida por la fermosa hembra, quien denuncia la conjura al temer por la suerte de su amante, un cristiano viejo.

Todos los implicados, incluido el padre de “La Susona”, fueron apresados y ajusticiados, sus bienes quedaron expropiados. En febrero de 1481 empezaron las ejecuciones en el quemadero de Tablada.

susanaAl ver el resultado de su traición, Susana se retira a un convento. Cuando muere, pide que su cráneo sea colocado sobre la puerta de su casa para ejemplo de otros. Y allí permaneció por mucho tiempo hasta que en su lugar colocaron un azulejo que actualmente puede verse en la calle de la Susona en el barrio de Santa Cruz.

PARA SABER MÁS:

Las haciendas de Olivar de Dos Hermanas/Mª Cruz Aguilar y otros.

http://www.sefardies.es

http://embrujitodechocolateblanco.blogspot.com.es/2013/03/historias-desevilla.html

Aquellos bancos de piedra

Jugué entre ellos cuando era niña.

banco de jardines de la Pimienta

Me encantaba aquella placita algo apartada y misteriosa de nombre con reminiscencias exóticas: Jardines de la Pimienta (creo que se llamaban así por un árbol de la reina de las especias, allí existente), pero lo que más llamaba mi atención eran los bancos de piedra con grandes letras talladas  a golpe de cincel.

 Mi imaginación infantil, ávida de misterios,  supuso que eran lápidas de tumbas usurpadas de algún antiguo cementerio. Con el tiempo averigué que eran bancos anunciadores costeados por el comercio local cuando se inauguró el Paseo Federico Caro a inicios del pasado siglo.

¿Qué fue de aquellos bancos-lápidas? ¿Adónde irían a parar?

Bandolero

bandolero sentado

Apenas contaba veinticuatro años cuando Diego Corrientes Mateo, el bandolero que según la leyenda robaba a los ricos para ayudar a los pobres, fue llevado a la horca un Viernes Santo del año  1781 en la sevillana Plaza de San Francisco, lugar  en donde habitualmente se realizaban los ajusticiamientos.

Diego Corrientes comicBien por su muerte prematura, por los vientos del Romanticismo de la época que idealizaron la figura del bandolero, por ser un personaje del pueblo, nacido de jornalero,  o tal vez porque hubiese algo de cierto en sus hazañas, la figura de Diego Corrientes se convirtió en leyenda y dio pie a narraciones que se iban transmitiendo de unos a otros, despertando el personaje las simpatías y admiración de muchos y dando pie a romances, literatura de cordel, poemas, y con el tiempo tiras de tebeos y hasta una película de cine en 1959, casi doscientos años después de su muerte.

Más allá de la leyenda, ¿qué sabemos del bandolero?

bandolero caraContamos por ejemplo con una descripción física: “Tenía dos varas de cuerpo, blanco, rubio, ojos pardos, grandes patillas de pelo, algo picado de viruelas y una señal de corte en el lado derecho de la nariz”, esta descripción se conserva en el expediente de prisión del bandolero, redactado por Bruna, su máximo perseguidor y causante de su captura y personaje que indirectamente lo vincula con Dos Hermanas, ya que algunas de las leyendas que envuelven a estos personajes acontecieron aquí.

Resulta casi imposible describir al personaje sin recurrir a la literatura de la época, así el padre Luis de Coloma, en su obra “Recuerdos de Fernán Caballero”, describe a Diego Corrientes como “un hombre en la plenitud de su vida, de hermosas facciones y cuerpo robusto; dotado de esa elegante flexibilidad que tan airosos hacen a los campesinos andaluces”. Con respecto a su vestimenta se reconoce que lucía impecable “uniformidad” de bandolero, ataviado con todos los elementos que caracterizan tan ilícita ocupación y como arma gustaba utilizar de un trabuco corto de ancha boca, conocido como “naranjero”.

Nacido en Utrera (Sevilla) el día 20 de agosto de 1757, comienza sus andanzas en las provincias de Sevilla y Badajoz. Se dedicó preferentemente al robo de caballos y yeguas para, más tarde, venderlos en Portugal.

Cuentan las leyendas que en varias ocasiones se cruzaron los caminos del bandolero y del entonces juez y gobernador de Sevilla, D. Francisco de Bruna y Ahumada, conocido popularmente como “el señor del gran poder” quien poseía para su descanso una finca en Dos Hermanas en los parajes de “La Serrezuela”, el episodio más conocido está también recogido por el padre Coloma y nos narra que el bandolero atracó el carruaje en el que viajaba Bruna y que llegó a colocar su bota en la ventanilla del mismo para que el funcionario se la atase, sometiéndolo a humillación y que de este episodio nació una profunda animadversión que hizo de Bruna el gran enemigo que puso precio a la cabeza del bandolero y lo convirtió en su incansable perseguidor.

Santos Torres  apunta en un detallado artículo que la persecución de Bruna no tenía nada que ver con historias novelescas y que su objetivo al capturar bandidos no iba más allá del cumplimiento de unas frías estadísticas.

bandoleros a caballo

Sea como  fuere, lo cierto es que  en 1780, Carlos III por medio de Francisco de Bruna y Ahumada, ordena la captura, vivo o muerto,  de Diego Corrientes Mateo, ofreciéndose una suma de hasta doscientos mil ducados,  importante cantidad considerando que sobre el bandolero no pesaba ningún crimen de sangre.

Ante el acoso de las autoridades, Diego huye a Portugal en donde es finalmente apresado. Fuertemente custodiado es trasladado a la cárcel de Badajoz para, posteriormente, ingresar en la de Sevilla, donde esperó a ser juzgado el día 25 de marzo de 1781 siendo condenado a “ser arrastrado hasta el patíbulo, ahorcado y descuartizado, exponiéndose sus despojos por los caminos”.

Cuentan  que su cabeza, encerrada en una jaula,  estuvo expuesta en una venta cercana a Utrera en un lugar conocido como  “Las Alcantarillas” y que posteriormente fue enterrada en Sevilla, concretamente en la Iglesia de San Roque.

Para saber más:

El bandido y el magistrado (1776-1781)/ José Santos Torres en Revista de Feria 1985 (Dos Hermanas)

Diego Corrientes en la Serrezuela/ José Mª Alvarez Sarmiento en Revista de Feria 1985 (Dos Hermanas)

http://bandoleroromantico.blogspot.com.es/2010/04/diego-corrientes.html

Luces y llamas

“El digno ayuntamiento de Dos Hermanas , que con tanto celo, como competencia,  preside  D. Joaquín Varo Jiménez , se propone este año organizar unos festejos que en nada desmerezcan de los que se celebran en poblaciones de gran importancia.

Constituyen la comisión de festejos tres activos e inteligentes concejales que son D. José Bautista, D. Fernando Varo Jiménez y D. Francisco Carballido.”(Revista de Feria 1927)

De esta manera comenzaba un artículo en la revista de Feria del año 1927 en  el que desde el Ayuntamiento anunciaban unas fiestas espectaculares en donde sería colocada una gran fuente luminosa en el centro de la Plaza del Arenal rodeada de veinticinco arcos luminosos repletos de bombillas, así como sendos arcos de luces en las calle Reina Victoria y Virgen de Valme, los organizadores hablaban de imponderable “cuadro de luces”.

Sin embargo estas fiestas estuvieron a punto de no celebrarse, ya que a pocos días del inicio de las mismas, concretamente el día 12 de Julio, tuvo lugar un devastador incendio en la fábrica de yute, cuyo  propietario era entonces D. José Lissén.

El incendio se produjo de madrugada, las campanas de Sta. Mª Magdalena dieron cuenta del mismo a la alarmada población, en menos de dos horas el fuego devoró una superficie de más de siete mil metros calcinando siete naves que contenían telares, encarretadoras, devanadoras, ovilleras, afortunadamente no hubo pérdidas humanas.

Los bomberos de Sevilla salvaron lo que pudieron, pero las pérdidas económicas fueron enormes. Si bien, parte de las mismas, fueron abonadas por el seguro, los casi mil obreros que trabajaban en la fábrica se vieron en la calle. La mayoría de ellos vivían en el barrio de San José, aledaño a la fábrica.

Este barrio era una especie de gran corral de vecinos que disponía de 304 cuartos en donde las familias hacinadas compartían cocinas y precarios aseos. En el mismo no había alcantarillado.

Las familias que dependían económicamente de la fábrica quedaron desahuciadas, algunos buscaron otra ocupación, otros se lanzaron a pedir a las calles y muchos regresaron a los pueblos de donde habían venido, al amparo de la familia que allí quedó.

Las Fiestas Patronales estuvieron a punto de suspenderse, pero al final se llevaron a cabo un tanto deslucidas.

 chimenea y cigueña

Para saber más: Dos Hermanas 1927: el incendio de la fábrica de yute a través de la prensa sevillana/Fco. de Dios Martín y José de Dios Martín en:  Revista de Feria de 1988.

  • Revista Feria 1927

La extraña pareja

Museo Arqueológico de Sevilla. España.

Museo Arqueológico de Sevilla. España. (Photo credit: Rafael d

Se rumoreaba por los pasillos del Arqueológico de Sevilla, que uno de sus directores,  Juan Lafita,  estaba tan prendado de Orippo, que llegó a sobrevolar el yacimiento en globo aerostático para poder realizar fotos y visionarlo desde el aire. Fue él, quien en 1928, descubrió muy cerca de la Torre de Los Herberos el grupo escultórico de un hombre y una mujer sin cabezas, sentados y cogidos de una mano.

La escultura pasó a conocerse  popularmente como «El matrimonio de Orippo».

¿Quienes fueron ellos? ¿Existieron en la vida real o fueron producto de la mente del artista? ¿Adonde fueron a parar sus cabezas mutiladas? ¿Qué expresión tendrían sus rostros? ¿Qué tipo de peinado o tocado llevaría ella?

Un grupo de animadores se atrevió a recrear sus vidas en la sala XI del museo en el que duermen, el título de la obra: «Escenas de un matrimonio romano», pero la verdad es que un halo de misterio rodea a la pareja y a las circunstancias de su hallazgo en una trinchera abierta a poca profundidad  junto con un capitel jónico muy cerca de la torre. ¿Porqué Lafita en vez de llevarlas al Museo las deposita en el Cortijo de Tixe en donde permanecen hasta 1944? ¿Quien fue el escultor de esta pieza única en la antigua Turdetana? ¿A qué periodo pertenece? Si se trata de una escultura fúnebre ¿Adonde fue a parar el epitafio que nos desvele quienes fueron los esculpidos?

Los estudios de los expertos apuntan a que esta escultura tallada en piedra caliza  de dimensiones algo inferiores a lo normal, podría haber formado parte de un complejo funerario de mayor envergadura, situándola cronológicamente entre los siglos I y II a. C.

Puesto que no todo el mundo podía costearse un sepulcro de tales características, sus propietarios pertenecerían a la clase más rica de Orippo, una familia que decidió erigir un monumento para perpetuar su memoria entre los vivos a través de la imagen, una forma de combatir el olvido y estar en cierta forma presente en el mundo de los vivos.

Ella viste túnica larga cubierta por un manto cruzado y él túnica corta abrochada con fíbula sobre el hombro, luce un gran anillo en su dedo anular.

La mujer de la estatua reposa la mano derecha sobre la rodilla del hombre y él estrecha con su mano izquierda la de su compañera y así permanecen en la sala XI del Museo Arqueológico de Sevilla, admirados por todos los visitantes como una de las piezas más emblemáticas de la colección.

Para saber más:

«El matrimonio sedente de Orippo» de Manuel Camacho en: Mus-A: Revista de los Museos de Andalucía, nº 11

La arboleda perdida

Planète terre végétaleSi hubiera sido posible la obtenión de una foto aérea del termino municipal de Dos Hermanas en el SXVIII, el color predominante hubiese sido el verde.

Señala Luís Lobo en su libro: Dos Hermanas. Siglo XVIII: Economía y Sociedad, « Al noroeste y como a una legua de distancia existía una masa arbolada constituida por los troncones de Quintos, que lindaban al norte con su dehesa y suerte de sembradura, seguidos por los del Heredamientos de Quintos de la Iglesia Patriarcal y finalizados por los de la iglesia de San Clemente. También perteneciente a la Iglesia hispalense  y en medio de una amplia dehesa se está procediendo al plantío que será el germen de la famosa hacienda de La Torre de Doña María».

También nos describe los olivares de Venta Bermeja, las extensiones olivareras y de pinos camino de Utrera, las grandes masas olivareras al sur, en el camino de Los Palacios, con estacadas de primera  en las haciendas señeras de Ibarburu, Bertendona, la Florida, El Cuervo y Pie de Gallo  y  por último, las marismas y dehesas en dirección a Coria

Nos habla el autor de «la primacía en el paisaje de los árboles, que viene dada por los cultivos de olivar, agrios y frutales y por los plantíos existentes en las dehesas y el pinar. En conjunto, más de la mitad del municipio ofrecía una imagen de frondosidad arbórea».

Sabido es que en el SXIX el frescor del vergel de las huertas de Dos Hermanas atrajo como ciudad de veraneo a los sevillanos que huían de las calores de la ciudad, la villa mantenía intacto su patrimonio verde.

Es a mediados del SXX cuando se inicia la desforestación que continúa imparable hasta nuestros días. La caida de la aceituna de mesa propició el sacrificio de masas de olivar a favor del cultivo del cereal, la inclusión de Dos Hermanas en el plan de desarrollo industrial transformó el paisaje de huertas y haciendas en zona industrial y el crecimiento urbano sustituyó árboles y  campo por cemento y hormigón.

La foto que nos ofrece hoy google map de nuestro término es parduzca, sólo el bastión verde de la Corchuela y poco más ha permanecido intacto.

Los árboles existieron en nuestro planeta mucho antes que las personas, son seres autónomos que no nos necesitan. Sin embargo nosotros no podríamos vivir sin ellos.  Curiosamente somos al mismo tiempo sus parásitos y sus depredadores.