La biblioteca de Dos Hermanas recuerda a un viejo marino

CARLIER

Hasta el próximo mes de octubre, puede visitarse en la biblioteca una pequeña exposición de antiguos objetos pertenecientes al marino Camilo Carlier Romero ( 1839-1916) personaje que decidió pasar los últimos años de su vida en nuestra ciudad.

Camilo Carlier nació en San Fernando en el seno de una familia de marinos, siguiendo la trayectoria familiar finaliza sus estudios de Guarda Marina e inicia su carrera en el mar embarcándose en distintos barcos de la época: vapores, fragatas y corbetas.

Visitó lugares tan dispares como: Santa Cruz de Tenerife, Cartagena, Puerto Rico, Filipinas, Cabo de Buena Esperanza, isla de Java, Hong-Kong y La Habana.

Con tan solo 21 años participó en la batalla de los Castillejos (1860), que resultó tan decisiva en la guerra de África, por la valentía demostrada en la misma le fue concedida la cruz de San Fernando. El joven marino iba subiendo puestos en su carrera militar, de alférez pasó a teniente y por último a capitán de navío, recibió numerosas condecoraciones y honores. Con 29 años casa con la señorita de Sanlúcar de Barrameda, Gloria Matheu, la flamante esposa tenía 19 años. El matrimonio no tuvo hijos.

Camilo Carlier ejerció también como profesor en el Colegio Naval Militar de San Fernando y en su última etapa profesional formó parte de una comisión hidrográfica, que tenía por objeto levantar planos de la costa comprendida entre la desembocadura del Guadiana y el cabo Trafalgar, los últimos años de su carrera, con una salud maltrecha pasó a distintos puestos en tierra, hasta que finalmente se jubiló.

A Dos Hermanas llegó, ya jubilado, en 1898 acompañado de su mujer, doña Gloria,  y de su cuñada Eloisa. La  villa se había convertido en un lugar de descanso para las clases  acomodadas de la capital proliferando las huertas y villas de recreo en donde los sevillanos pudientes pasaban los periodos estivales y de ocio de tal suerte que  nuestra ciudad llegó a denominarse  la Versalles de Sevilla.

La casa que adquirió el matrimonio Carlier es la número 25 de la calle Nuestra Señora de Valme haciendo esquina con el callejón de San Luís, esta casa aún se conserva, aunque muy reformada. Por entonces era una casa muy admirada por la cantidad de objetos decorativos valiosos que guardaba, recuerdos que el viejo marino había regalado a su esposa de sus numerosos viajes.

Durante los 18 años que el marino vivió en Dos Hermanas se implicó en la vida cotidiana de la villa y se vinculó a dos hermandades: la de Valme y la de Veracruz.

Fallecido Carlier, doña Gloria, que estaba ciega, quedó al cuidado de su criada Juana Gómez, de la cercana localidad de  Los Palacios, ambas se trasladaron a una casita modesta, previa subasta de mobiliario y muchos de los enseres que fueron expuestos para venta en el salón de la antigua casa. Algunos de los objetos de nuestra exposición fueron heredados por Juana a la muerte de su señora, pasando posteriormente a Ana López Gómez, quien los ha cedido a la biblioteca.

A pesar de haber  buscado en archivos navales y haber  preguntado a estudiosos del tema, los organizadores de la exposición no han conseguido un retrato de Camilo Carlier.

La batalla de los Castillejos (1860)

El 1º de enero de 1860 se libró en los altos y en el valle de los Castillejos (muy cerca de Ceuta) esta famosa batalla, dentro del contexto de la llamada Guerra de África (1859-1860).

En líneas generales, el combate se desarrolló de la siguiente manera. Al amanecer de aquel primer día de enero de 1860, las tropas emprendieron la marcha desde Ceuta hacia Tetuán, siguiendo el camino de ese mismo nombre, paralelo a la playa de Tarajar. En vanguardia marcha el general Prim, al mando de la División de Reserva, seguidos de O’Donnell, con su Estado Mayor y el Cuartel General, en retaguardia marcha el Segundo Cuerpo. El Tercer Cuerpo, al mando de Ros de Olano, se atrincheró en zonas altas del valle.Frente a la playa se encuentra posicionada parte de la escuadra, con el fin de facilitar el avance de las tropas de tierra, conteniendo al enemigo mediante fuego de artillería y también desembarcando, directamente en la playa, tropas de marinería y de Infantería de Marina, que se encargarán de evacuar y trasladar a bordo a los heridos y de dar apoyo, en caso necesario, a las tropas de tierra (es aquí donde interviene Carlier).Las fuerzas moras tenían por objetivo impedir el avance de las tropas españolas en su camino hacia Tetuán y para ello, estaban posicionadas, en su mayoría, en los altos del valle. Las primeras actuaciones estuvieron a cargo de las tropas de Prim. Apoyados por la artillería de la marina, consiguieron sin grandes dificultades desalojar al enemigo de sus posiciones, al que obligaron a huir hacia el valle, refugiándose en la Casa del Morabito y en los bosques próximos.

Tras ello y con el apoyo de la artillería de montaña del Tercer Cuerpo, las tropas de caballería de Prim descendieron al valle y, junto a la infantería de marina, que había desembarcado y estaba al mando del capitán de fragata Lobo. Las tropas marroquíes, que tenían por objetivo recuperar a toda costa sus posiciones iniciales perdidas, se lanzaron a una serie de furiosos ataques contra las de Prim, dando lugar a enconados combates. Finalmente, llegado el atardecer, las tropas españolas habían conseguido prácticamente todos sus objetivos, desalojando de sus posiciones al enemigo, que se batió en retirada, dejando expedito el camino a O’Donnell y sus tropas, en su camino hacia Tetuán.

 

En el expediente militar de Carlier leemos lo siguiente: «[Carlier] protegió las operaciones de dicho ejército durante su marcha por la costa desde Ceuta á Tetuán, siguiendo sus movimientos y hostilizando á los enemigos siempre que hera (sic) posible ó necesario = El 1º de Enero [de 1860] desembarcaron veinte hombres al mando del guardia marina habilitado de oficial á que corresponde esta hoja [se refiere a Carlier] y en unión de las demás fuerzas desembarcadas de los otros buques batieron hacia el interior á los Marroquíes que habían empeñado la acción de los Castillejos». Por esta acción consiguió Carlier la cruz de San Fernando, la máxima condecoración militar de nuestro país.

 

La exposición consta de:

Condecoraciones y títulos de Carlier

Instrumentos marítimos antiguos

Postales escritas por el marino a una amiga

La maqueta de un barco del siglo XIX

Los objetos de la exposición  pertenecen  a:

Ana López Gómez, David Hidalgo , Jesús Barbero y Antonio Valle.

Para saber más de Camilo Carlier: Barbero Rodríguez, Jesús.” Un marino ilustre por tierras nazarenas: Camilo Carlier Romero (1839-1916)” en Revista Cultural Dos Hermanas 2016; p.p. 23-31

Cuestión de enfoque

Una historia leída o escuchada es imaginada por los receptores y reproducida tantas veces como cabezas que la imaginan. Una historia también puede ser ilustrada por un fotógrafo, y como tampoco hay dos fotos iguales, el que contemple las fotos puede descubrir nuevos puntos de vista, nuevas miradas sobre un paisaje sobradamente conocido que de pronto se te antoja extraño, un enfoque especial de determinado detalle de algún viejo edificio, que cada día vemos,  y que en la foto no acabamos de reconocer.

Gracias Antonio, por el regalo de esa mirada especial, por buscar paisajes sin coches, edificios sin cables, luz adecuada y lagartijas en las paredes.

https://drive.google.com/file/d/0B9PJWQT6xQvdYklQZ1B1TGxDVGM/view?pli=1

 

 

 

 

El paraíso abatido

La cosecha de publicaciones locales en este año 2014 que se nos va, ha sido generosa en Dos Hermanas, para completarla ,como dulce fruto tardío, nos llega la novela de José Mª Gómez «El paraíso abatido» que será presentada en la sala cultural «La Almona» el próximo martes, día 30 a las 18.30 horas.

Un título sugerente de pérdidas irreparables, de algo bueno que desapareció, un paraiso que fue por alguien o algo abatido. ¿Qué secretos nos desvelará?

José Mª GómezSegún nos comentaba la familia de José Mª ‘El paraíso abatido’ es una historia novelada de la gente de Dos Hermanas que se desarrolla en los inicios de la Guerra Civil, está  entremezclada con recuerdos familiares, sucesos de la infancia y descripciones de lugares y tradiciones de aquellos años.
Los nazarenos estamos deseando leer la novela de este octogenario autor, pionero en investigación histórica local, defensor de nuestra cultura, que tanto ha aportado a la historia de nuestra ciudad con sus numerosas publicaciones.

El próximo día 30, estamos todos invitados para acompañarle en la presentación de su novela, mostrarle nuestro cariño  y darle las gracias.

Dos Hermanas: dos libros, muchas miradas

9788415801276[2]El pasado tres de diciembre fueron presentados dos libros de Dos Hermanas que nacieron juntos por iniciativa de la  madrileña editorial Temporae.

Sus autores, David Hidalgo Paniagua y Carmen Gómez Valera han vivido esta experiencia como un regalo del destino, la oportunidad de disfrutar de la aventura que supone viajar en el tiempo para compartir con los nazarenos los recuerdos, los secretos, las vivencias y las anécdotas que, como buen vino,  han ido cogiendo solera con el tiempo.

Como todos los hermanos, estos libros se parecen, pero también tienen su personalidad propia, el libro de David es un maravilloso álbum de fotos comentadas, ideal para mirar en familia y pasar tardes de tertulia recreando escenarios, reconstruyendo vidas pasadas y reconociendo a los cientos de personajes que han sido inmortalizados.

ImprimirEn cuanto al libro de Carmen, es un recorrido por paisajes antiguos en el que del brazo de los mayores evocamos lugares, historias y leyendas del pasado. Como buenos hermanos estos libros se complementan y en muchos hogares nazarenos ya se encuentran juntitos en un lugar de la librería.

 

CIEN AÑOS

Manuel Valera García

Manuel Valera García

Cien años han pasado ya desde la muerte de un personaje nazareno un tanto peculiar: Manuel Valera García, quien falleció en Granada el 13 de Octubre de 1914 cuando tenía cuarenta y cuatro años de edad.

Nació Manuel en la casa que su familia poseía en la calle Real, el 16 de junio de 1870, cuando en Dos Hermanas vivían no más de cinco mil habitantes repartidos en una veintena de calles, que partían de la única iglesia existente: Santa María Magdalena, que enterraban a sus muertos en el cementerio cercano a su única parroquia, ya que aún no había sido construido el cementerio de San Sebastián.

Existían además tres ermitas: San Sebastián, Santa Ana y Santa María de Valme en el lugar denominado Cuarto. Las pocas distracciones de la gente del pueblo tenían mucho que ver con las celebraciones religiosas de procesiones, rosarios y cultos.

Contaba Manuel con dos añitos cuando la revolución industrial llega a Dos Hermanas,  inaugurándose la fábrica de yute.

La población se dedicaba básicamente a cultivar los campos, cuya propiedad era ostentada básicamente por una clase terrateniente forastera que residía en Sevilla y que en periodos de descanso visitaba sus haciendas, si bien es a finales de este siglo XIX, cuando comienza a surgir la primera industria así como una nueva clase social de propietarios de fincas locales, nuevos agricultores que sin poseer grandes extensiones de tierra, si pueden permitirse vivir holgadamente del campo y dar estudios a sus hijos.

Los ojos de Manuel Valera contemplarían el despertar de un pueblo dormido durante siglos, que básicamente desde sus orígenes había servido como mano de obra barata a los grandes terratenientes.

Él fue un espíritu inquieto, pionero en varios oficios en nuestro pueblo: periodista, bibliotecario y administrador de loterías.

¿Fueron los genes de su madre Brígida García los causantes de tanta actividad?

Brígida García no fue la típica pueblerina del XIX encerrada en casa al cuidado de la familia, regentaba su propio almacén de aceitunas, uno de los primeros fundados en Dos Hermanas, emprendió negocios aceituneros con Cuba y por si esto fuera poco, inauguró la primera línea de coches de caballos que comunicaban con la capital. Esta mujer visionaria y anticipada a su época mandó a su primogénito Manuel a cursar estudios a Paris, concretamente en el Lycé de Montde-Marsan.

Tras sus años de estancia en París, Manuel Valera regresa no sólo con un flamante título de profesor de idiomas bajo el brazo, sino con unas ideas liberales y unas vivencias, que lo convierten en ese personaje singular en un pueblo semi analfabeto.

Aunque toda su familia había vivido del campo, como propietarios de algunas fincas en Dos Hermanas, él decide vivir del periodismo y funda su propia agencia de noticias, primeramente en Sevilla y, posteriormente trasladada a Dos Hermanas. Desde allí aporta visibilidad regional y nacional a los principales hechos y eventos de Dos Hermanas. También aprovecha para defender sus ideales políticos y arremeter contra los conservadores con una pluma bastante afilada.

Manuel Valera es muy aficcionado a  la lectura y poco a poco va adquiriendo libros hasta disponer de una gran biblioteca, muchos de estos volúmenes, los que no fueron expurgados tras la rígida censura franquista, aún son conservados por sus familiares.

Entre sus amigos se contaban otros bibliófilos como Luís Montoto, Lamarque de Novoa y Jesús de Grimarest

También se aventura en el campo de la literatura publicando tres libros: «Historia de las Bibliotecas», «Escritoras del siglo XIX» y «Bocetos vulgares», este último una colección de cuentos de temática muy triste plagados de huerfanitos y de pobres desgraciados, al estilo de ciertas tendencias literarias de su época. .

El gran amor de su vida fue su mujer, Reposo Mensaque, a la que conoció siendo ella casi una niña y a la que desposó en la catedral de Sevilla cuando ella contaba dieciocho años y él veinticuatro.

La vida de este personaje, sus luchas políticas, sus defectos y pasiones, sus amistades y contemporáneos, su familia con la emblemática figura de Brígida y la dulce Reposo Mensaque  en un pueblo de literatos, incipientes industriales, caciques y humildes campesinos darían para la escritura de una novela.

Para saber más:

Hidalgo Paniagua,  David: Los medios de comunicación en Dos Hermanas (1849-2003)

En la Biblioteca Pública Municipal se encuentran expuestos sus libros y algunos objetos personales hasta el día 2 de diciembre, 2014

 

Feliz año

COLUMPIOFeliz año y muchas gracias a todos los que habéis seguido este blog, os deseo paz  y mucha salud para disfrutar de la vida, de las personas y de todas las historias que os esperan.

No dejaré de escribir, aunque no lo haré en el blog, de momento.

No os vayais lejos, espero regresar pronto.

Historia de un libro

Siempre se tiene una historia ¿Ha vivido usted sin historia? ¿Cómo se explica eso?
Fiódor Dostoievski

 

 Había una vez una biblioteca en la que el libro más solicitado aún no había sido escrito, la gente quería conocer la historia de su pueblo, pero el libro  estaba aún por escribir y por ello no hubo más remedio que ponerse manos a la obra.

Así podría comenzar este artículo, porque fue así como sucedió, uno de los libros más importantes y solicitados, el de la Historia de Dos Hermanas, no había sido escrito aún  en los años ochenta.

Existían ya numerosos estudios locales sobre temas específicos  y algunas publicaciones que de manera exhaustiva trataban asuntos históricos enmarcados en periodos muy concretos pero faltaba la gran obra en la que secuencialmente y de manera sencilla se contase al pueblo la historia de principio a fin.

Hay personas que cuando tienen delante un mapa buscan en el mismo el punto exacto que en esos momentos pisan sus pies, el lugar en donde habitan, hay otras personas que se preguntan – Antes de que yo viniera ¿Qué pasó aquí? Antes de que yo habitara esta casa ¿Quién la habitó y construyó? , necesitamos conocer nuestra historia, las señas de identidad de un pueblo son como un mapa, un territorio,  que nos sitúa en el tiempo.

Decía Abraham Lincoln que el pueblo que ignora su historia está condenado a repetirla, tal vez sea así o tal vez, como predican otros, la historia es cíclica y el hombre no aprende de sus errores, sea como fuere merecemos ser conocedores de las hazañas de los que nos precedieron y poner nombres y apellidos a los seres  que dieron la talla humana, mujeres y hombres que se sacrificaron para que los que heredamos su legado viviésemos mejor y también es necesario reconocer a los malvados que destruyeron y oprimieron para poder identificarlos cuando vuelvan a aparecer.

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El libro de la historia de Dos Hermanas fue escrito por un equipo integrado por quince personas que se constituyó como grupo de investigación local denominado “El Mirador: Seminario de Estudios Nazarenos y Andaluces”, la mayoría de ellos, flamantes licenciados en Historia que intentaban abrirse paso en el  mundo laboral.

Durante dos años el grupo se organizó para visitar archivos, haciendas, poblados  agrícolas y diseminados, realizaron entrevistas, hicieron acopio de fotos y otro material gráfico de interés y organizaron ciclos de conferencias divulgativas sobre temas locales, todo ello, como voluntarios,  sin percibir gratificación alguna más que la de saberse conocedores de la utilidad e importancia del trabajo que estaban realizando.

Para los gastos de desplazamientos, materiales y posterior publicación de la obra el equipo contaba con el respaldo del Ayuntamiento de Dos Hermanas y de la Universidad de  Sevilla,  ya que “el Mirador” quedó constituido como grupo de investigación de la hispalense.

Tras muchos avatares y con el enriquecimiento personal que aportan las travesías, el grupo pudo ver publicado el libro: “Geografía, Arte e Historia de Dos Hermanas”, un libro con poco más de trescientas páginas para intentar acercar la historia, el patrimonio cultural y los aspectos sociales y económicos desde los orígenes de nuestra ciudad al mayor número de personas posibles.

El libro se presentó en el año 1995, el éxito fue rotundo. En el año 1997 ya estaba agotado, pero a pesar de la demanda,  no volvió a editarse.

Ya han pasado más de veinte años, tal vez vengan otros jóvenes que  deseen retomar la aventura de la revisión y actualización del texto del libro de los libros,  si no escribimos nosotros mismos nuestra historia nadie lo hará.

Para saber más:

 

 Geografía, Arte e Historia de Dos Hermanas/Seminario de Estudios Nazarenos y Andaluces «El Mirador» dirigido por Mª José Cardona Peraza.

 

 

Cementerios

Según el diccionario geográfico-estadístico-histórico de Pascual Madoz (1845-1850), Dos Hermanas contaba antiguamente con un único cementerio que se encontraba junto a la Iglesia de Santa Mª Magdalena.

Era habitual en las poblaciones antiguas  que el primer camposanto se situase junto a la parroquia. Los enterramientos de alta alcurnia, se solían efectuar incluso dentro de la misma Iglesia.  El auge del cristianismo en la Edad Media acercó los muertos a las Iglesias, conventos y monasterios  en una idea ingenua de protección, como si la cercanía a los lugares religiosos garantizase la salvación de las almas. La hipotética igualdad de los hombres ante la muerte no era tal ante determinados factores económicos, religiosos y de otra índole, de manera que a ciertos difuntos se les concedía el privilegio de ser enterrados en el interior de los edificios destinados al culto.

Pero las limitaciones físicas eran cada vez más condicionantes, a la falta de espacio habrá que añadir argumentos de higiene, por ello  a mediados del siglo XVIII comienzan a construirse cementerios extramuros. En el diseño de los nuevos  cementerios se mezcla la arquitectura y la jardinería,  se eligen árboles estilizados para que recuerden las columnas de los templos y se eleven al cielo, se construyen mausoleos y panteones para diferenciar las clases sociales, en definitiva, se intenta conservar la esencia  de estos espacios para la muerte.

Los habitantes de las zonas rurales mostraron mayor resistencia a abandonar los antiguos camposantos parroquiales.

En Dos Hermanas, el  viejo cementerio de Santa María Magdalena quedó clausurado  a finales del siglo XIX. El nuevo cementerio fue construido en terrenos cedidos por el Arzobispado de Sevilla junto a la capilla de San Sebastián,  de la que toma su nombre.

Fue inaugurado en junio de 1875 por el entonces alcalde don José Carballido Cotán, del partido conservador,  primer alcalde de la Restauración. Este cementerio duró desde 1875 hasta 1909. En él fueron enterrados José Lamarque de Novoa y Antonia Díaz.

cementerio españolPero el crecimiento urbano obligó, una vez más, al traslado del cementerio más allá de la zona habitada por  los vivos.

En 1909, año en el que aconteció una  terrible epidemia de cólera,  fue  inaugurado el nuevo cementerio de San Pedro.  Muchos restos fueron trasladados al nuevo cementerio, pero otros tantos permanecieron en San Sebastián por siempre.

 Actualmente existe un colegio  público en donde estuvo el cementerio de San Sebastián que aún hoy es conocido por los más viejos del lugar como el colegio del cementerio viejo.

Apenas se ha escrito sobre la historia de estos camposantos de nuestra ciudad.

1913

Cristo VeracruzLos que la pasada noche del viernes estuvimos en la capilla de San Sebastián, tuvimos la oportunidad de pasear por la Dos Hermanas del año trece conducidos por Pedro Sánchez Núñez y Jesús Barbero, dos prestigiosos investigadores locales.

Pedro nos habló de un pueblo de calles sin pavimentar que apenas alcanzaba los 10.000 habitantes, con dos colegios de niñas y dos de niños en cuyas puertas  los regidores municipales se empeñaban en que no se blasfemara, disponía el ayuntamiento de un carro para la recogida de basura tirado por un mulo y cuatro serenos paseaban las calles por la noche.  Existía alumbrado eléctrico público, aunque a la  empresa Sevillana  le resultaba complicado cobrar facturas de un ayuntamiento empobrecido  que aprobó rebajar los sueldos a los funcionarios, entre otras medidas de ahorro,  para paliar la crisis reinante.

El alcalde era el médico Federico Caro, del partido Liberal, quien fallecería a finales de ese mismo año, su yerno Juan Antonio Carazo también se encontraba como concejal  de los liberales y en el bando conservador adquiere este año especial protagonismo la figura del concejal o regidor, como se conocía entonces, Aguilar por sus continuas intervenciones y protestas en las reuniones del ayuntamiento.

En 1913 no salió la Romería de Valme, pero sí se celebró el carnaval, aunque bajo la prohibición de que no saliesen personas enmascaradas por la noche

En estos primeros años del siglo, la clase media prosperaba al amparo de la industria aceitunera, en el ayuntamiento se turnaban liberales y conservadores, y cada vez que entraba un bando cambiaban a los funcionarios,  pero los movimientos obreros liderados por la CNT eran cada vez más fuertes, de hecho en este año se produce una huelga salvaje de toneleros,  de manera que el ayuntamiento se ve obligado a reclamar refuerzos a la guardia civil, quedando reflejado en las actas que en los meses de octubre y noviembre hay un desembolso importante para sufragar gastos de alojamiento y manutención de más de 150 efectivos.

Sin embargo, es en este año de crisis cuando terminan las obras de reforma de la capilla de San Sebastián de cuyos antecedentes e historia nos hablaría  Jesús Barbero apoyando su exposición con  imágenes.

Especialmente interesante resultó  un plano de la época, que mostraba  la ubicación de la antigua ermita  rodeada de huertas, la del Lanero, la de la Jerezana, la Huerta de Santa Ana y de un incipiente barrio de San Sebastián que comenzaba a construirse.

Expuso  el historiador que para la rehabilitación de la capilla coincidieron los intereses de un grupo de personas que por distintos motivos-unos más altruistas y otros, menos- aunaron esfuerzos para sacar las obras adelante: Dª Juana González, viuda de Alpériz, D. Federico Caro, D. Manuel Andrés-Traver, D.Antonio Romero Montes, el maestro de obras Hidalgo Carret , cuyo nombre aún conserva la plaza cercana, todos fueron evocados en la capilla de San Sebastián siendo testigo el Cristo de la Veracruz y todos los que allí estuvimos.

 El acto terminó al filo de las once, al salir,   la silueta de la capilla recortada en la fría noche de noviembre,  parecía diferente a los ojos, poseía el valor añadido de la historia y del conocimiento de los hechos allí acontecidos.

Los pasos resonaban en una calle de San Sebastián desierta que no parecía la misma sin el bullicio de los comercios, escaparates de cristal y suelo húmedo y resbaladizo con una pátina de relente,  en mi mente resonaron ecos de las palabras hacía poco pronunciadas: _Las ermitas al culto de San Sebastián solían edificarse a las afueras de los pueblos para que el santo protegiese a sus gentes de fieras y alimañas

ermita en el campo

DENTRO DEL PROGRAMA DE ACTIVIDADES DE CELEBRACIÓN DEL CENTENARIO, EL PRÓXIMO VIERNES, 29 DE NOVIEMBRE,  CONFERENCIAS DE LOS HISTORIADORES GERMÁN CALDERÓN  Y JAVIER  MENA.

Cita con la Historia

 

capilla de San Sebastián 2

El próximo viernes, 22 de noviembre, dentro del programa de actividades, con motivo de la celebración del centenario de la bendición de la Capilla de San Sebastián, podemos asistir a las siguientes conferencias:  

-. «La Dos Hermanas de 1913».

D. Pedro Sánchez Núñez

Cronista oficial de la Ciudad de Dos Hermanas y C. de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.

 

-. «La bendición de la capilla de San Sebastián de Dos Hermanas (1913)».

N.H.D. Jesús Barbero Rodríguez

Licenciado en Historia y vocal adjunto a la Secretaría de la Hermandad Sacramental de la Santa Vera-Cruz de Dos Hermanas.

LUGAR: CAPILLA DE SAN SEBASTIAN (Dos Hermanas)

HORA: 21 Horas.